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sábado, 15 de febrero de 2014

Hola

Hola niña
de ojos tapizados de ilusión,
entretejido en tu mirar
los sueños por cumplir,
tu esperanza
un telescopio hacia el mañana.

Te duele el corazón,
ríes y lloras,
siempre con sinceridad,
quieres crecer para alcanzar
el cielo azul.

Crees en las hadas
y cada noche antes de acostarte
revisas bajo la cama
en busca de fantasmas.

Dime niña,
¿qué harías si los encontraras?

Me has enseñado
a convivir con mis fantasías,
a ver sin abrir los ojos
a sentir en mi piel la caricia
de lo imposible.

Has cimentado mi ilusión.

Hola chica
de labios tartamudos de incertidumbre,
atrapado en tu corazón
una ciclogénesis de emoción,
tu palpitar
un galope hacia la cumbre.

Tu corazón duele,
ríes y lloras,
a menudo en secreto,
quieres detener el tiempo
en cada momento.

Crees en el amor
y cada noche antes de acostarte
revisas tus mensajes
en busca su voz.

Dime chica,
¿qué harías si te correspondiera?

Vives en un huracán
de dulces y agrios,
salados y amargos.

Me has enseñado
a saborear el día a día,
a disfrutar del agridulce de la vida,
a encontrar en el presente
los tesoros del mañana.

Has fermentado mi persona.

Hola yo,
¿de qué color está tapizada mi ilusión?
¿cuál es el sabor del momento en mis labios?
¿entretejido en mis ojos
hay lugar para el amor?

Mi corazón duele,
aún río y lloro,
puede que menos a menudo
y con menor intensidad,
aún veo,
aún siento,
mi corazón palpita,
ahora trota,
raramente galopa
hacia la emoción.

Convivo
con la esperanza del mañana
y la nostalgia del ayer,
aún creo
pero ya no sueño con crecer
para alcanzar el cielo azul
y solo reviso mis mensajes
cuando me faltas tú.

Me pregunto
a quién enseñaré,
si mi yo mañana
aprenderá de mí
y todas las lecciones
que me quedan por vivir
las viviré junto
a ti, niña
y a ti, chica.

Junto a mí.


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