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miércoles, 13 de noviembre de 2013

El horizonte

Las palabras se mecen en el limbo
de lo que dijimos,
de lo que nunca hemos dicho.

Apostados en mitades opuestas
somos el horizonte del otro,
nos miramos sin nunca tocarnos.

El cielo que abraza al mar
es un espejismo
que enraíza en la esperanza.

Tú eres mi horizonte,
la esperanza que nunca me alcanza.

Entre nosotros se alarga el silencio,
es el único que habla,
porque el uno para el otro
no tenemos palabras.

Y nos mecemos en el limbo
la promesa del amor nuestro horizonte,
la esperanza de encontrarnos
que nunca se cumple.


2 comentarios:

  1. Qué lindo... si lo leyera con una música suave de fondo con olas del mar... me daría escalofríos, precioso.

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    1. ¡Mil gracias! Me temo que la música ya no se componerla :P Habrá que echar mano de la imaginación (o youtube)

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